3 pensamientos que no te dejan manejar correctamente tu tarjeta

Actualizado el 18 de Diciembre 2018
Para darle un uso ideal a los plásticos es necesario tener las ideas claras; de lo contrario, terminarás atrapado en un círculo vicioso.
3 pensamientos que no te dejan manejar correctamente tu tarjeta

Las tarjetas de crédito son herramientas ideales para nuestras finanzas, pues nos permiten financiar compras y pagos, aunque no contemos con el dinero en ese momento. El mercado está lleno de ellas y las hay para diferentes perfiles, cada una con ventajas y desventajas.

El problema está en que muchas personas no comprenden cuál es el verdadero papel de las tarjetas de crédito y terminan dependiendo de ellas para sobrevivir mes a mes. Esto, inevitablemente, ocasiona sobreendeudamiento y daña la reputación financiera. Es por eso que, para darles un buen uso, es necesario tener las ideas claras y eliminar ciertos pensamientos que nos caer en malos manejos.

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1. Considerarla como una extensión de tu quincena

Esta es la típica idea que lleva al sobreendeudamiento. Si ganas 20 mil pesos y tienes una tarjeta con una línea de crédito de 10 mil pesos, eso no significa que al mes puedas gastar 30 mil pesos, ya que esos 10 mil de la tarjeta son prestados, ¡no tuyos! Los usarás y luego tendrás que pagar por ellos. Lo que hace el plástico es permitirte utilizar algo extra de dinero sin necesidad de tenerlo a la mano, y luego pagar por él.

2. Pensar que mientras más la usas, mejor

Muchos piensan que por tener la tarjeta entonces pueden gastar su línea de crédito todos los meses, sin darse cuenta de que se arriesgan a no poder devolverlo todo. Además, dan una mala imagen a las entidades financieras. Lo cierto es que lo recomendable es usar como máximo, el 40% o 50% de la línea disponible, y saber para qué la usas. Por ejemplo, es recomendada para pagos a corto y mediano plazo, mas no a largo, debido a los intereses.

3. Creer que te hace invencible

Tener una tarjeta de crédito no es justificación para no tener un presupuesto, para no buscar ahorrar, etc. No lo olvides, es dinero prestado, nada más ni menos. En caso de emergencias, es necesario que tengas un fondo, que cuentes con dinero ahorrado, etc.

4. Pensar que, a más cuotas, mejor

Las cuotas te permiten devolver el dinero en partes, pero tienen un costo. Mientras más cuotas, más intereses y, por lo tanto, más gasto. No abuses de las cuotas por pensar que así no sentirás el pago, pues lo que estás haciendo es que cada cosa que compraste, te salga más caro.

No lo olvides, cada tarjeta de crédito tiene un perfil, por lo tanto, si tu plástico no te está dando beneficios que realmente te atraigan ni una tasa de interés competitiva, es momento de mirar a las distintas opciones del mercado. 

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