La primera respuesta que viene a mi mente cuando lo pienso es: ¡Obvio no! Menos las mujeres. Porque de acuerdo con la información sin documentar que flota en el aire, el vox populi, dice que las mujeres compramos sólo por emoción. Sin pensar en lo absoluto.
Esa pregunta me hizo reflexionar, pero sobre todo, investigar un poco más sobre el tema. Así que me sumergí en el mar de la información, o sea el internet, y fui encontrando datos muy interesantes. Les cuento.
Productos Personalizados
Me encontré con que, de acuerdo con Gerald Zaltman , a los consumidores, o sea tú, yo y todos los que compramos cosas, nos toma alrededor de 2.5 segundos decidir una compra y que entre el 80% y 95% de esa decisión surge de nuestro inconsciente.
¡Cosa peligrosa! Pensé. Eso lo saben muy bien los publicistas, los que hacen marketing para las diferentes marcas pero no nosotros. Casi sentí enojo por descubrirme un tanto manipulada. Todos mis textos sugieren detenerse y meditar sobre si la compra que vas a hacer la quieres o la necesitas. Cosa que es difícil de llevar a cabo.
Lo que sí es verdad es que muchas veces las personas (no sólo las mujeres, también los hombres) decidimos por la emoción. Por el apego a ciertas marcas. Yo, por ejemplo, siempre decido por una Coca Cola sobre una Pepsi. Definitivamente siempre. Aunque si me detengo un poco a pensar, tal vez es que nunca le di la oportunidad a Pepsi de enamorarme. Siempre compré Coca Cola sin investigar más.
¿Tú tienes preferencia por alguna marca en particular? Otra cosa interesante que me encontré fue que las marcas nos lanzan historias que nosotros “compramos” antes de comprar sus productos. Hoy de mañana estaba agradeciéndole a mi esposo ser parte de mi vida a lo que contestó: “¿Soy tu Liverpool?” Porque la publicidad de Liverpool dice que la tienda… es parte de mi vida. ¡Qué tal el trabajo de meternos hasta el tuétano los mensajes!
Cuántos mensajes, sin darnos cuenta, hemos hecho nuestros y que cuando llega el momento de decidir qué y dónde comprar, no tenemos ni que pensarlo. Vamos directamente por ese producto o a esa tienda. Ahora, hasta equipos muy sofisticados como lectores de miradas se usan para saber, a través de la nueva ciencia del neuromarketing, cómo tomamos decisiones los consumidores.
Con esa información, las marcas pueden hacer más efectivos sus mensajes y lograrán incrementar sus ventas. Que es su objetivo a fin de cuentas. ¡Ya evalúan nuestros cerebros y todo!
Al final, si estamos comprando con nuestra cabeza, con el cerebro, pero con la parte inconsciente, lo que deja la puerta abierta a que las emociones y la memoria influyan de manera decisiva al momento de comprar. Lo que me hace replantear la pregunta. ¿Somos conscientes de las decisiones de compra que tomamos?