No ahorres para pagar más

Actualizado el 24 de Enero 2014
Es bueno ahorrar, pero no en exceso. Nuestra blogger, Maria José, nos cuenta sus experiencias.
No ahorres para pagar más

Hace tiempo escribí un post Lo que gastamos las mujeres, en el que les contaba que yo soy una inquieta de lo peor. Soy absolutamente fan de la cultura “hágalo usted mismo” y para algunas cosas está bien, pero para otras… no tanto.

En mi afán por ahorrar al final me sale más caro el caldo que las albóndigas. Por eso hoy les comparto cuatro cosas en las que las mujeres tenemos que gastar:

Productos Personalizados

1. En cortarse el pelo

¡Muy importante! ¿Les ha pasado que usando un flequito muy mono les crece y por no ir a pagar todo el corte de pelo por el fleco lo recortan ustedes mismas? A mí tampoco. Pero a la “prima de una amiga” le pasó que quiso sólo retocar un poquito el fleco para ir a una cena a la que al final, no pudo ir por el desastre que se hizo. Acto seguido: Cita con el estilista para arreglar el problema. Los estilistas son expertos en su trabajo y sus tijeras son especiales para cortar pelo, no como las que tenemos en casa y que la mayoría de las veces son las que están en la cocina para cortar de todo. Lo mismo aplica para los tintes y otras cosas que nos hacemos las mujeres. Luego tenemos que limpiar todo el relajo que hemos hecho.

2.En mantenimiento de la casa.

Hace tiempo hice unas cortinas para mi cuarto y me quedaron hermosas. Tal cual y como yo las quería. Me salieron más baratas que si las hubiera mandado hacer. También me quise ahorrar el pago de un hombrecito de mantenimiento que me colocara los cortineros. Así que lo hice yo. Ahí empezaron los problemas. El taladro y yo no nos entendemos muy bien y las paredes son muy duras. Después de hacer hoyos enormes, que no coincidían, que tuve que rellenar con silicón para que agarran el taquete y 4 horas de esfuerzo los coloqué. Me sentía súper triunfadora. Mis cortinas estaban puestas y se veían divinas.

Me fui a una cena, feliz porque había hecho un trabajo titánico con el taladro, los taquetes, los tornillos y había puesto las cortinas. Al llegar a casa de regreso, me dispongo a dormir y cuando quiero cerrar las cortinas… ¿Adivinen qué me pasó? Se me cayeron los cortineros en la cabezota. Dormí un par de días sin cortinas, obviamente, y al final me rendí. Tuve que llamar al señor de mantenimiento para que hiciera lo que él bien sabe hacer. Cuando vio mis boquetes en el techo sólo movió la cabeza en señal de desaprobación y me miró. Yo me encogí de hombros y los dos nos reímos. Ni modo. Por ahorrarme unos pesos tuve que pagar de más. Hay cosas en las que una no debe escatimar.

3. En mantenimiento del coche.

Cuando hablamos de coches, pocas son las mujeres que tienen conocimiento y experiencia en ellos. Cosa que yo admiro mucho, pero yo soy neófita. No tengo ni idea de qué hacer si se poncha una llanta. Lo más que hago por el coche es ponerle gasolina, es lo único que se hacer bien. Por tanto, aunque a veces sale caro, no dejo pasar las fechas del mantenimiento que tiene que hacerse. He decidido no ahorrarme ni un peso de servicios porque si algo se descompone puede salirme carísimo y prefiero prevenir.

4. En un seguro de gastos médicos.

Las mujeres somos muy fuertes pero cuando nos enfermamos y no tenemos un seguro de gastos médicos nos puede salir carísimo. Yo lo aprendí a la mala. Hace unos meses me dio una infección intestinal, mejor conocida como salmonelosis. Estuve en el hospital dos días y medio y pagué casi dos mil dólares. Entre consultas, análisis, medicinas y “hospedaje”. Fue un golpe a mi estómago y a mi cartera. Me hizo pensar en qué pasaría si me diera una enfermedad como cáncer o diabetes o algo más. Esos dos mil dólares los podía invertir en un seguro de gastos médicos que me cubra por esa y otras enfermedades si así lo necesito. Las mujeres si tenemos que gastar en un seguro de gastos médicos.

A veces no vale la pena ahorrarnos los servicios de alguien profesional para reparar nosotras las cosa o pensar que somos inmunes y nunca nos vamos a enfermar Al final, por no saber, lo hacemos mal y no sólo tenemos que contratar a alguien que lo arregle sino que habremos perdimos tiempo, dinero y esfuerzo. Díganme ustedes en qué creen que SI tenemos que gastar las mujeres. ¿Alguna otra intrépida “hágalo usted mismo” como yo?

¿Te gustó este contenido?

Suscríbete a nuestro newsletter para que puedas recibir consejos financieros todos los meses.