Si usted decidió adquirir un crédito hipotecario y cumplir con el sueño de la vivienda propia, pero luego se dio cuenta de que las cuotas que pagaba por la hipoteca no le convenían, debe saber que existe una solución para no seguir pagando lo mismo: Una reestructuración.
Reestructurar la hipoteca implica renegociar los términos originales del crédito hipotecario, tales como las tasas de interés y el plazo del crédito. Muchos mexicanos no saben que esta es una opción y pasan penurias mes a mes para lograr cumplir con la cuota, descuidando sus otras obligaciones.
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La reestructuración trae dos opciones: Puede reducir el monto a pagar mensualmente (aumentando el plazo para cancelar las cuotas) o bien, reducir los años que quedan de deuda, aumentando la cuota mensual. La opción que elija dependerá de lo que desea, bien reducir la cantidad que paga mensualmente o terminar de pagar la deuda lo antes posible.
Al reducir las cuotas: Tendrá más liquidez mensualmente para afrontar sus otras obligaciones y si se presenta una emergencia o pierde su empleo, será más fácil cumplir con la cuota porque involucra una cantidad menor de dinero.
Al reducir el plazo: No solo logra cancelar su hipoteca en menos tiempo, sino que también termina ahorrando pues a menos tiempo, menor cantidad de intereses a pagar. Sin embargo, se debe ser muy precavido con esta opción, pues involucraría pagar mayores cuotas mes a mes.
Lo ideal es no terminar tan ajustado que no se pueda cumplir con las otras obligaciones. Debe conversar con su institución financiera para ver qué opción es la que más le conviene.
Sobre todo, no olvidar que cuando se trata de elegir su crédito hipotecario, debe tomarse el tiempo de comparar las instituciones financieras para escoger el que más le convenga, así obtendrá el más barato, con mejores tasas y más beneficios. Puede hacerlo utilizando el comparador de hipotecas de Comparabien.