Guía para disminuir tus deudas

Una deuda es buena cuando te ayuda a mejorar tu calidad de vida, así deberíamos por ejemplo analizar si tan felices pagando esas interminables cuotas, como en el momento en que adquirimos la deuda para comprar ese carro que tanto queremos.
Guía para disminuir tus deudas

Entonces, el problema surge cuando vamos asumiendo actitudes como "¿Para cuándo la vida?", "Yo me merezco ese carro", "no tengo dinero para ir a un crucero, pero tengo la posibilidad de pagar esas 36 cuotas" y otras más, pagando los excesos con herramientas financieras que implican créditos y conllevan costos financieros.

Un crédito o un préstamo, no tiene porque ser sólo en efectivo, muchas veces compramos artículos en cuotas, como muebles, electrodomésticos, motos o viajes, todas esas cuotas también son deudas que debemos honrar. Es muy importante cuidar nuestro buen nombre y para ello es fundamental contar con un excelente historial crediticio.

Quien dice "Yo no tengo deudas, sólo ahorro y pago todo al contado" estima estar actuando responsablemente con la salud de sus finanzas y yo no podría estar más de acuerdo. Pero, debemos tener en cuenta que en ese caso tampoco cuenta con antecedentes que demuestren su buen comportamiento de pagos y, por ello, cuando precise un crédito para la compra de un activo importante, como podría ser una casa, no tendría manera de entregar sus referencias de créditos y esto podría ocasionarle un contratiempo.

Entonces, no es malo tener deudas, el problema es el sobre-endeudamiento. Podríamos estimar que hasta un 32% de los ingresos netos mensuales destinados al pago de cuotas de deudas sería saludable, pero en ese porcentaje no debería estar contemplado sólo el mínimo de las tarjetas de crédito, sino el total de las deudas del mes.
Disminuir tu monto mensual de deudas a pagar te dará el mismo resultado que un aumento de sueldo. Es fácil decirlo, pero ¿cómo lograrlo?, sé que es mucho más difícil llevarlo a la práctica pero espero que con esta guía te dispongas a trabajar en tus metas financieras:

1. Ahorra el 10% de tus ingresos: La primera cuota que tenes que pagar es a ti mismo, al fin y al cabo vos trabajas todo el mes y por lo menos una parte debería ser para tuya y el 90% luego es para los demás! Recuerda: quien menos gana, debe ahorrar más, pues cualquier imprevisto lo golpea más fuerte.

2. Gastos hormiga: Para que el ahorro sea posible te sugiero que elabores un listado en detalle de los pequeños gastos que realizas cada día, como por ejemplo: terere rupa, gaseosa en tu almuerzo y cena, boleto de lotería o similar, recarga de celular que podrías evitar, taxi para ir al trabajo porque te levantas tarde, etc. Luego, definí el monto mensual máximo que podrías destinar a estos gastos y todo el excedente envíalo a tus ahorros.

3. Elabora un cuadro con tus deudas: No todas las deudas son iguales, por eso es fundamental que puedas visualizar en un solo cuadro cada detalle importante, como por ejemplo la tasa de interés anual y si el monto de la cuota involucra el pago de intereses y la amortización de capital (sistema francés) o solo estás pagando intereses y seguís debiendo el total del capital. Te servirá como modelo para trabajar, el cuadro Nº 1.

4. Analiza la composición de tus deudas: Para reestructurar tus deudas, resulta clave establecer un orden de prioridad, así deberías cancelar lo antes posible aquellas cuya tasa de interés anual resulte más alta, pero hay otros aspectos interesantes de observar antes de tomar decisiones, como podría ser analizar el motivo por el cual tomaste esa deuda. Si los gastos en tus tarjetas de crédito resultan pagos mensuales sin intereses y estás pagando la deuda total del mes, entonces no tendrías motivos para acelerar los pagos pero, si las compras que estás financiando resultan ser pagos de compras en el supermercado o débitos automáticos como la electricidad, entonces esto podría causar un problema en tus finanzas. No es recomendable financiar nada por más tiempo que su vida útil.

5. Divide el presupuesto: Muchas personas mezclan el dinero de su negocio (comercio, consultorio, taller, etc) con el suyo propio o el de su familia, cada vez que vende una mercadería ese dinero puede ser usado, por ejemplo, para el pago del colegio de su hijo y por ello luego le falta dinero para reponer mercadería. En el caso de las deudas, estas personas actúan de la misma manera, por ello solicitan un crédito personal para comprar mercaderías o pagar el aguinaldo de la asistente del consultorio. Si estás en esta situación, es hora de que trabajes con presupuestos separados, una manera práctica podría ser asignarte un salario mensual, si un mes el negocio no produce lo suficiente como para pagarte ese importe, estará en deuda contigo, si otro mes sobra más dinero en caja que el de tu sueldo, dicho excedente es de la empresa y como dueño te corresponderá reinvertir en el crecimiento del mismo o, en todo caso, distribuir la ganancia a fin de año.

6. Utiliza cuentas diferentes: Aunque seas dueño de una unipersonal, las cuentas claras no sólo conservan la amistad sino también la lucidez mental y financiera, por ello te sugiero que tengas cuentas corrientes o cajas de ahorro separadas, una para tus ingresos y gastos personales, y la otra para tu negocio. De esta manera también podrás visualizar la capacidad de pago que tiene el negocio y su rentabilidad real, antes de asumir deudas.

7. Más del mínimo: lo ideal es utilizar las tarjetas de crédito como forma de pago y no precisamente como herramienta de financiación, en ese caso estarás pagando mensualmente el total del monto que figura en "deuda del mes". El pago mínimo utilízalo sólo cuando circunstancias imprevistas te obliguen a financiar tus compras.

8. Meta mes a mes: Si hoy te encuentras con un pago mensual de cuotas de deudas superior al 32% de tus ingresos, es importante que trabajes sobre tu presupuesto mensual proyectado y te pongas metas mensuales de cómo ir bajando este importe, definiendo una fecha para lograr tu objetivo.

9. Refinanciación: Este sistema sólo tendrá efecto positivo si involucra un cambio de hábitos financieros, de lo contrario será como estar un pozo y seguir cavando, en lugar de salir te hundirás más.

10.Definición: Por último, en este proceso, será clave que puedas distinguir si las decisiones de compra que te llevaron a este endeudamiento actual han sido a causa de a) consumo diario familiar: supermercado, farmacia, combustible, vestimenta, útiles, electricidad, etc; b) imprevistos y gastos extraordinarios: enfermedad, accidente, etc; c) lujos o gastos superfluos: viajes, electrodomésticos, joyas, peluquería, conciertos, etc; d) malas decisiones: compra de un activo importante sin analizar bien la capacidad de pago real (ejemplo: hipoteca de la casa con una cuota más alta de la que puedo pagar, o compra de una camioneta y ahora no me alcanza para el combustible, el seguro y el mantenimiento pero tengo la cuota del vehículo); e) otros: vicios, mantener más de una familia, depresión o ansiedad que me llevan a comprar y gastar compulsivamente, etc. Esta clasificación debe llevarte a tomar decisiones serias de un cambio real en tus hábitos.

Por último y no menos importante, pide ayuda a asesores de tu confianza que puedan acompañarte a tomar las mejores decisiones para alcanzar y mantener tu salud financiera. Los problemas rara vez se solucionan solos, lo más probable es que crezcan si no les dedicas una seria mirada y corriges las desviaciones. Sigamos Hablando de Dinero, así aprendemos a manejarlo mejor.

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