Al adquirir un auto propio, la primera pregunta que uno se hace es si debería comprar uno usado o ir en búsqueda de un modelo nuevo. ¿Será que debe escuchar a todos los que dicen que al comprar un auto usado se arriesga a que sea un fraude? ¿O a quienes dicen que comprar un auto nuevo no vale de nada porque igual se devalúa?
Las opiniones son muy variadas y encontrará a personas devotas de los autos nuevos, mientras que otro grupo están más que convencidos que el auto usado le convendrá más a su cartera.
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Es cierto que una de las principales diferencias es el precio, pero si usted se encuentra en posibilidades de adquirir ambos y no sabe cuál escoger, estas tres preguntas lo ayudarán a quitarse la duda.
¿Cuánta experiencia tiene como conductor?
Si apenas aprendió a manejar, ¿realmente quiere arriesgarse con un auto costoso? Por el contrario, si ya es un conductor experimentado, sabrá cuidar bien de su coche nuevo.
¿Está pagando alguna otra deuda actualmente?
Si está pagando un crédito estudiantil, la hipoteca o algún crédito personal, la recomendación sería que gaste lo menos posible en el auto. En caso esté libre de deudas, puede aprovechar por escoger el modelo que le fascine, pero que no salga mucho del presupuesto.
¿Qué planes tiene para el futuro?
Supongamos que es un joven trabajador que en dos años planea mudarse al exterior. En ese caso, debería considerar si vale la pena o no gastar tanto en el auto.
Luego de tomar esta decisión, también debe pensar en el financiamiento del coche y escoger con cuidado la opción que le atraiga. Si opta por el crédito automotriz, compare las tasas de interés, beneficios y otros adicionales.