En México, la cultura del seguro de autos aún no está desarrollada al 100%. La gente sabe que la prevención es importante pero no está totalmente convencida de cuán importante es asegurar su auto. Así es como surgen ciertos mitos sobre las aseguradoras y los servicios que prestan, y si no son explicados, podrían terminar convenciendo a alguien de que asegurarse es una mala idea.
Estos son algunos de los mitos más conocidos:
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“Los autos de segunda no se pueden asegurar”
¡Falso! Puedes asegurar tanto un auto nuevo como uno de segunda ya que la idea será siempre proteger tu vehículo. El valor comercial del auto variará, ya que eso depende del mercado, pero tu auto será protegido ante algún accidente.
“Las compañías de seguros hacen todo lo necesario para no pagar los accidentes”
Es uno de los mitos más comunes y es ¡totalmente falso! Las aseguradoras iniciarán una investigación rigurosa para comprobar que lo ocurrido haya sido, en efecto, un accidente y no se trate de una estafa. Sin embargo, si todos los papeles requeridos por la compañía son presentados en los plazos correctos, se dará la indemnización correspondiente y podrás disfrutar de tu seguro y de tu auto.
“El color del auto influye en el precio del seguro”
Antes era cierto pero hoy en día es ¡falso! Los colores importaban porque se decía que influían al momento de un accidente. Pero ahora eso ha cambiado y las compañías se fijan en el modelo, el año y el nivel de riesgo que tiene el auto. Si quieres saber cómo se determina el precio del seguro haz click aquí.
“Una persona joven no necesita un seguro”
La excusa más común por parte de los jóvenes para evitar adquirir un seguro es que no lo necesitan pero esto es ¡falso! Se trata de protegerte de eventuales eventos que puedan ser o no tu culpa. Para prevenir no hay edad así que es mejor invertir en un seguro que terminar pagando todos los gastos que se dan en un accidente. Ahora que conoces cuál es la verdad detrás de estos mitos puedes deshacerte de ellos y asegurar tu auto para así estar protegida por donde sea que manejes.