Para muchos jóvenes, comprar un coche es algo “de adultos” y lo han visto tan lejano que, cuando llega el momento de hacerlo, están perdidos en cuanto a lo que significa, los requisitos, lo que se debe hacer y lo que no.
Tranquilo, porque no se trata de un proceso tan complicado. En esta nota te contaremos cómo funciona el mundo automotriz y cómo puedes adquirir el coche que buscas sin acabar en problemas financieros. ¡Mucho ojo al piojo! Cuáles son los requisitos
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Si comprarás a través de un crédito, los requisitos varían de una entidad a otra, pero la mayoría tiene asignada una edad mínima para solicitarlo, por ejemplo, 18, 21 o 22 años. Otro punto que se solicita tiene que ver con el salario mínimo que debes recibir para calificar al financiamiento. Además, los solicitantes deben comprobar sus ingresos con los recibos de pago de los últimos meses y comprobar también la antigüedad laboral, es decir, cuánto tiempo llevan en su trabajo.
Todo esto se hace con el fin de averiguar si eres un sujeto de crédito, tienes capacidad de pago, representas un riesgo para el banco, etc.
Cuál es el proceso de compra
1. Elegir el auto
En primer lugar, es necesario que elijas cuál es el coche que comprarás. El estado es lo básico, es decir, si será nuevo o usado. Cada opción tiene sus ventajas y conviene que las conozcas. Una vez que decides eso, toca elegir la marca y el modelo. Es aconsejable que pienses en algo funcional, que vaya con tu presupuesto y que cubra tus necesidades de espacio, teniendo en cuenta el uso que le darás.
2. Elegir la forma de financiarlo
Si ya tienes el auto, toca escoger la forma de pago. El crédito automotriz es la herramienta por excelencia para hacerlo. Tiene tasas de interés bajas y más beneficios. Pero también hay personas que eligen financiarlo con un préstamo personal o pagarlo al contado. Si eliges un crédito automotriz, te conviene comparar las alternativas para ver qué banco te ofrece las tasas más bajas y mayores beneficios. Por ejemplo, algunos te brindan una tasa preferencial si tienes una cuenta de nómina o eres cliente de otro tipo.
3. Solicitar el crédito y pasar por la evaluación crediticia
Una vez que has elegido el crédito, toca solicitarlo con los requisitos estipulados por el banco. Cuando la solicitud está hecha, deberás pasar por una evaluación crediticia que toma en cuenta todos los documentos que presentaste: tus ingresos, tu capacidad de pago, entre otros factores que buscan comprobar qué tan riesgoso es prestarte el dinero.
4. Pagar el enganche
Cuando el crédito es aprobado, toca pagar por el enganche. El enganche es la cantidad de dinero que el crédito no cubrirá y que el solicitante debe proveer. Suele ir entre el 10 al 20% del valor del auto.
5. Desembolso del crédito
Una vez que los documentos están firmados, se procede al desembolso del dinero. Este se hará en la cuenta del concesionario automotriz donde hayas decidido adquirir el coche y la compra se hará oficial.
6. Registro y trámite del coche
Lo que toca después son puros trámites. El concesionario deberá registrar el vehículo, realizar el ejercicio de las placas, otorgar la tarjeta de propiedad y obtener las llaves.
Puntos básicos a considerar
Algunas cosas que debes tener en cuenta en el proceso de compra es que desde que se hace el desembolso del crédito y se confirma la compra hasta el momento en que te entregan el coche pueden pasar un par de semanas, dependiendo de la rapidez con la que trabaje el concesionario. Además, no olvides que hay gastos extras que deberás cubrir, como los impuestos por tener un auto, el seguro automotriz, entre otros, por lo que será bueno que separes un porcentaje determinado para eso.
Por último, no comprometas todos tus ingresos en el pago del crédito. No lo olvides, el pago de la cuota mensual no debería requerir más del 30% de tus ingresos. Dentro de la cuota mensual vendrá incluido el pago del seguro automotriz, que es obligatorio tener al menos durante la duración del crédito. Con toda esta información, seguro que te sientes más preparado para llevar a cabo la compra de tu coche y por fin, volverte un propietario y conducirlo por donde desees.