Dominar las finanzas es un arte que puede parecer difícil, pero que en realidad es más simple de lo que parece. Sin embargo, muchas veces es la experiencia la que termina enseñándonos más que cualquier libro y son los errores que cometemos los que nos hacen aprender.
Si pudiera pensar en su situación económica hace diez o quince años, ¿qué hubiera hecho diferente? ¿Ha aprendido algo en estos años que quisiera aconsejarle a su yo del 2006?
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Estos son algunos de los consejos más valiosos que podría haber recibido hace algunos años.
1. Aprenda a separar las necesidades de los deseos:
No todo lo que quiere es lo que necesita y si desea poner orden en sus finanzas, debe aprender la diferencia. Pregúntese: ¿Lo necesitaré en un mes? ¿En seis meses? ¿En un año? Si la respuesta es afirmativa, probablemente se trate de una necesidad y no de un capricho.
2. Nunca es tarde para empezar a ahorrar:
Por más que su salario sea pequeño, por más que no necesite comprar nada o que le sobre poquísimo dinero después de pagar sus gastos. No importa el monto, importa que ahorre.
3. Si es necesario, no está mal pedir prestado:
Que su orgullo no lo detenga al momento de reconocer que se trata de una emergencia. Si empezó a ahorrar muy tarde y su fondo de emergencia no es suficiente, busque opciones y no le tenga miedo al crédito, solo es cuestión de que sepa cuándo usarlo.
4. La información siempre será su amiga:
Investigue hasta que se quite la duda, pregunte y compare precios. En el futuro se arrepentirá de no hacerlo. En el caso de la opción anterior, si recurre a un préstamo inmediato para sanar esa emergencia, lo ideal sería que compare las opciones antes de optar por alguna.
5. Vivir de las apariencias te deja en la quiebra:
Lo que la gente diga siempre le importará, pero quien paga sus cuentas es usted. Vivir entre lujos cuando el presupuesto no le alcanza, le pasará la factura tarde o temprano. Quizás estas verdades las aprendió a la mala, pero ese no es impedimento para que sea usted quien las transmita a los jóvenes que conozca.