Aunque parezca exagerada la comparación, la calle es una especie de jungla. Al salir de su casa en la mañana, no tiene idea de las cosas que podrá enfrentar, especialmente si está manejando.
En la Ciudad de México hay una infinidad de baches, tantos que incluso han ideado una forma de indemnización para aquellos coches que se vean dañados por caer en alguno; pero ese no es el único peligro. Los conductores apurados, los peatones despistados, los que rompen las reglas y hasta el mismo tráfico, son algunos de los enemigos con los que debe batallar para llegar a salvo –y a tiempo- a su destino.
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Esto es cosa de todos los días y la verdad es que no hay forma de evitarlo. No importa qué ruta desconocida utilice, siempre habrá otros autos acompañándolo y lamentablemente, no hay forma de saber qué tan buen conductor es quien maneja a su lado o qué maniobra hará el auto de adelante.
Es por eso que asegurar el coche es una de las acciones más lógicas para lograr proteger el patrimonio que posee. Gran parte del parque automotor de México no está asegurado porque los conductores consideran que se trata de un gasto en vano; claramente, esto sucede hasta que alguno de los obstáculos mencionados termina jugándoles una mala pasada.
No se deje llevar por los mitos y vea la diferencia por sí mismo: Un accidente sin seguro le costaría millones de pesos, mientras que uno con seguro, le costaría el monto del deducible.
Lo ideal es que calcule cuánto podría pagar por un seguro, si podría cancelarlo al contado o necesitaría dividirlo en cuotas, compare sus opciones, vea los beneficios y finalmente, solicite y proteja su coche. La calle seguirá con los mismos problemas de siempre, lo que debe cambiar es la forma en que los conductores reaccionan ante ellos.