
Los primeros días del año son días de esperanza y determinación. Todos empiezan decididos a lograr esa lista de metas conocida como “resolución de año nuevo”. Esos propósitos pueden pertenecer a diferentes aspectos de la vida (espirituales, laborales, físicos, etc.) pero todos buscan que de alguna manera, sea más feliz.
Sin embargo, si alguno de estas metas o propósitos implican que tenga dinero extra para gastar, debe evaluar cuidadosamente si se trata de algo positivo o negativo, ya que podría terminar endeudándose en lugar de hacer algo bueno para su vida.
Algunos ejemplos de propósitos buenos, por los que valdría la pena solicitar un crédito:
- Consolidar deudas:
Ahorrará al cancelar todas sus deudas y quedarse con una sola, sobre todo si la tasa de interés es menor. Además evita el cobro de diferentes comisiones, envíos de estados de cuenta, etc.
- Comprar un carro:
Sobre todo si cuenta con un buen porcentaje de enganche y si utilizará el auto en algo que le permita ahorrar o sacarle provecho para que se pague solo.
- Realizar una maestría o curso especializado:
Le permitirá alcanzar un crecimiento profesional y, a la larga, mayores ingresos, por lo que sí se trata de un propósito por el que vale la pena pedir financiamiento.
Algunos ejemplos de propósitos para los que mejor utiliza sus ahorros:
- Renovar el guardarropa:
Es un lujo más que algo necesario y no representa una inversión, por lo que el dinero debería salir de su cartera.
- Pagar un gimnasio:
Muchos desean hacer más deporte, por lo que esto podría convertirse en un gasto mensual. Lo mejor es que organice su presupuesto y vea cuánto puede gastar mensualmente en este rubro, así podrá destinar el dinero necesario sin necesidad de pedir prestado.
Johanna Bernuy | Periodista y blogger