Uno de los principales usos que los mexicanos le dan a la tarjeta de crédito, además de las compras, es el retiro de efectivo. Así es, utilizan su plástico para disponer de dinero, tal como si estuviera pidiendo dinero prestado, sin necesidad de realizar ningún trámite.
Pero aunque esto pueda sonar a cuento de hadas, lo cierto es que en realidad no se trata de una práctica positiva, pues termina saliendo más caro de lo que piensa.
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Pero, ¿por qué se dice que no le conviene? Preste atención a estas cuatro verdades acerca del retiro de efectivo de las tarjetas de crédito, y evalúe bien su próximo movimiento:
1. Es como un préstamo
Disponer de efectivo es como pedirle un préstamo al banco, es decir, no es una extensión de su sueldo, sino que continúa usando su línea de crédito, pero con un costo más alto, pues en la mayoría de casos se cobran intereses adicionales.
2. Le cobran más comisiones
Además de tener más intereses, muchas de las entidades financieras también cobran comisiones por desembolso o por el uso del cajero automático del cual retirará el dinero.
3. Le genera un vicio
Acostumbrarse a usar la tarjeta de crédito como una fuente de efectivo es muy fácil, y aunque jure que no lo volverá a hacer, puede sorprenderse a sí mismo volviendo al mismo hábito una y otra vez. Lo que debe considerar es que en la mayoría de los casos le convendría más solicitar un préstamo personal o de nómina, o incluso buscar una forma de pagar con la misma tarjeta, sin necesidad de retirar el efectivo, así estará ahorrando en intereses y comisiones.
Recuerde que en el mercado hay muchas opciones de plásticos, algunos con mejores condiciones y beneficios que otros, por lo que es importante mantenerse alerta y comparar las alternativas, ya que podría encontrar una mejor opción. Para hacerlo, utilice el comparador de tarjetas de Comparabien.