Tener una tarjeta de crédito se ha vuelto algo necesario para muchas personas. Y es que poder comprar lo que desean sin tener que disponer de efectivo, es prácticamente un cuento de hadas. Eso, hasta que llega el momento de pagar las cuotas mensuales, y ahí a muchos se les borra la sonrisa de la cara.
Una de las costumbres que está más arraigada en la mayoría de usuarios de las tarjetas es la de realizar el pago mínimo. Mes a mes, revisan los recibos y solo se concentran en la cantidad mínima que deben pagar para “mantenerse al día”.
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Sin embargo, aunque esto pueda sacarlos del apuro y evitarles el pago de comisiones y moras, no es un hábito recomendable para todos los meses, y estas son cuatro razones que lo explican.
1. Agrandas tu deuda
Al realizar el pago mínimo, estás contribuyendo a que la deuda no reduzca, en muchos casos, solo estás cubriendo los intereses mas no reduciendo el monto total. A fin de cuentas, terminas pagando muchísimo más.
2. Demoras más en cancelar las deudas
Una deuda que debió ser cancelada en un par de meses termina alargándose más de lo necesario y no te deja planear libremente tus finanzas.
3. No eres visto como un “buen” cliente
Tus costumbres financieras son vistas por los bancos y pueden llevarte a acceder a beneficios Premium o tasas preferentes, pero realizar solo el pago mínimo no es considerado una buena costumbre y por lo tanto, afecta el cómo te ve tu entidad financiera.
4. Te malacostumbras
No se trata de un buen hábito, sino que te hace más dependiente de la tarjeta y no te permite aprender a controlar de manera correcta tu dinero. Lo mejor es realizar el pago mínimo solo cuando realmente no puedas pagar la cuota completa.
Además, recuerda que si consideras que la tasa de interés de tu tarjeta es muy alta o no te ofrece los suficientes beneficios, siempre puedes comparar las alternativas y buscar una más adecuada para tu perfil. Para eso, utiliza comparador de Comparabien