El inicio del año es una fecha que sorprende a muchos con los bolsillos vacíos debido a los gastos realizados en navidad y año nuevo. Es por eso que se le conoce como ‘la cuesta de enero’. Sin embargo, hay quienes vienen arrastrando malos hábitos financieros durante todo el año y enero no hace más que acentuar lo que ya se sabe: hay que cambiar de costumbres si quiere dejar de estar quebrado.
Curiosamente, uno de los hábitos que más perjudica sus finanzas es también uno de los más comunes. Las personas suelen escuchar que pedir un préstamo no es malo, que el crédito puede ser una buena herramienta para relacionarse con el mundo financiero, etc., y todas esas afirmaciones son ciertas. Sin embargo, se olvidan de una regla de oro: No debe pedir más de lo que puede pagar.
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Así es, al pensar en solicitar financiamiento, la mayoría comienza a pensar en las cosas que debe pagar o solucionar, hace una lista y suma los montos. Dicho esto, solicita el crédito o en algunos casos el préstamo inmediato, pero cuando se trata de afrontar las cuotas mensuales, se dan cuenta de que el presupuesto no les alcanza.
Entonces, ¿cómo dejar de pedir más de lo que puede pagar? Quizás tiene muchos gastos pendientes, pero es necesario que priorice y que entienda que no todos ellos van a ser cubiertos con un préstamo, algunos –la mayoría- deben salir de sus ahorros. Haga una lista y registre cuáles son los más urgentes o importantes, qué está en juego si no los cubre, cuánto tiempo más pueden esperar, etc. S
i se trata de una emergencia o algún gasto pequeño que podrá cubrir a fin de mes, es aceptable solicitar un préstamo inmediato , pero se convierte en una mala costumbre si es algo que se repite todos los meses.