Más allá de no comparar las tasas de interés, caer en el carrusel de los créditos, y otros errores que puedan venir a nuestra mente al pensar en préstamos personales, hay uno que realmente amenaza con destruir sus finanzas: Ser aval de alguien sin estar 100% seguro
Pero, ¿qué implica ser aval y por qué podría tener consecuencias tan graves? Ser aval significa que respaldas a la persona que está pidiendo el crédito, es decir, te comprometes a hacerte responsable de su deuda en caso de que no la pueda pagar.
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Entonces, si llega a suceder algo que impide que quien solicitó el crédito continúe pagándolo de manera puntual, esa se convierte en tu deuda y ahora es tu obligación pagarla.
Convertirse en aval de alguna persona es una obligación muy grande y antes de hacerlo es necesario asegurarse de que el interesado sí está en condiciones de pagar el crédito y que las cuotas mensuales pactadas no representan ningún problema. Según expertos, si has decidido convertirte en aval de alguien es porque estás dispuesto a involucrarte en el asunto, hacer seguimiento a los pagos y estar atento, para así evitar futuros problemas.
¿Cuándo se trata de un error?
Ser aval se convierte en un error cuando la persona que lo solicita no ha demostrado ser un buen pagador, no tiene estabilidad laboral y su reputación financiera no es muy buena. Es necesario pensarlo dos, tres y hasta cuatro veces, ya que, de alguna u otra manera, convertirse en aval de esta persona implica que, si las circunstancias lo ameritan, tú te harás responsable de su deuda.
Recuerda, no basta con que sea tu familiar o amigo íntimo, es necesario conocer su comportamiento financiero y estar 100% seguro de que no representa un peligro. ¿Buscas un préstamo personal? Recuerda que hay opciones que no requieren hablar, entre ellas, los préstamos inmediatos, y puedes compararlos utilizando el comparador de préstamos de Comparabien.