Nosotros como padres siempre queremos lo mejor para nuestros hijos. Queremos darles todas las cosas que nosotros no teníamos para asegurarnos que ellos progresen mejor que nosotros. Yo no veo nada malo en esto, excepto cuando veo a padres tratando de buscar tarjetas de crédito para sus hijos.
Yo sé que los padres nunca quieren perjudicar a sus hijos intencionalmente; pero el impacto de una tarjeta de crédito en manos de un joven es profundo. Las compañías de tarjetas de crédito andan cazando a los adolescentes.
Productos Personalizados
La lealtad a la primera tarjeta de crédito es increíble y las compañías de tarjetas de crédito hacen lo que sea por el privilegio de ofrecerle su primera tarjeta. Por eso los ven cerca de las universidades repartiendo camisas, gorras, pizzas, chocolates. Muchos de los graduados de la universidad han intercambiado su alma financiera por una camisa.
Muchos creen que se están aprovechando de las ofertas de las compañías de crédito y siguen jugando con las compañías multimillonarias. Estas compañías no cometen errores de promoción. Esto no es juego para ellos; y ahora los andan cazando más y más jóvenes hasta los niños poniendo su logo tipo en los juguetes y caricaturas en la televisión.
Las compañías de crédito quieren que sus hijos conozcan tanto de su producto que cuando sean mayores de edad ellos escojan una compañía de crédito en vez de la otra. Es una guerra de marcas. Van a pelear con garras y van a gastar millones para cazar ese grupo.
Cuando debe en las tarjetas de crédito no hay tiempo para estudiar, ahora hay que ir a trabajar para pagar la deuda. Luego nace un ciclo que tiene un tremendo impacto socio-económico por todo el mundo. Esto es un problema muy grave. Nosotros necesitamos educar a nuestros hijos para que ellos no sean esclavos de nadie.
Nosotros como consumidores necesitamos trazar una línea en la arena, sacudirnos y decir, “¡YA NO MAS!” Ahora es el tiempo para cambiar el destino financiero de su familia, es hora de dejar un legado duradero. =