
Al leer los testimonios de personas exitosas a nivel financiero solemos pensar que esa persona estudió mucho, llevó grandes cursos y tuvo que realizar una serie de cambios en su vida para lograr llegar a donde está. Puede que una parte sea verdad, pero lo cierto es que para lograr estabilidad financiera, un buen historial crediticio y más cosas positivas, basta con empezar a aplicar algunos consejos básicos.
Aunque no lo creas, no es necesario ser un genio o ahorrar toda tu quincena. La paz financiera es la suma de pequeñas acciones que poco a poco nos enseñan a hacer mejores elecciones. Y si esa es una de tus metas para este año, estos son tres hábitos que deberías implementar.
1. Sé totalero con tu tarjeta (con contadas excepciones)
Paga lo que gastas y no te acostumbres a diferir a cuotas. No solo ahorrarás en intereses y mejorarás tu reputación con el banco, sino que tendrás más cuidado cada vez que uses la tarjeta pues sabrás que a fin de mes, la cantidad por pagar será muy alta.
Por supuesto, hay excepciones. Hay ciertos gastos que son muy elevados y que se justifican, pues no es algo de todos los meses. En esos casos puedes diferirlos teniendo en cuenta el número ideal de cuotas y no abusando de ellas.
2. Atrévete a buscar mejores opciones
Algo que debes entender es que, conforme pasa el tiempo, aparecen nuevas alternativas en el mundo financiero, y para sacar el máximo provecho es necesario que estés atento. Cada cierto tiempo, compara las diferentes opciones en tarjetas de crédito y si hay alguna que te convenga más, no tengas miedo de cancelar tu actual plástico e ir por la nueva. ¿Qué podrías obtener? Tasas de interés más cómodas, más beneficios, etc.
Y lo mismo sucede si vas a solicitar un crédito. No te comprometas de por vida con una sola entidad. Busca y compara las alternativas. En Comparabien puedes encontrar las opciones disponibles en el mercado tanto para plásticos, como créditos, etc.
3. Planifica tus gastos y metas anuales
Tener metas de ahorro y también de gastos es básico. ¿Cómo funciona? Organiza tu presupuesto mensual, y de acuerdo a eso, calcula cuánto podrás ahorrar mes tras mes y cuál será el total anual. De esa manera, sabrás si te alcanza para salir de vacaciones o si podrás comprar el computador que deseas, etc.
Si ves que no alcanza, puedes buscar formas para reducir tus gastos y aumentar tu ahorro, o si tienes prisa, pensar en solicitar un préstamo. El punto del presupuesto es que tengas un panorama general de tus ingresos, egresos y posibles metas financieras y, por supuesto, ¡que lo sigas!
Johanna Bernuy | Periodista y blogger