Aquí podrás obtener ayuda financiera para que puedas cumplir tus obligaciones financieras del día a día y también para que puedas ahorrar o prevenir lo que venga en el futuro
Todo el mundo habla ahora de finanzas personales. Hay mil artículos en la red que citan “Los 10 pasos para salir de pobre”, “5 decisiones que toman los que son ricos”, “Los 3 pasos para resolver tus deudas”.
Tiene cosas interesantes y útiles, no digo que no los leas, pero la verdad es que no hay recetas reales para las finanzas personales.
Una pregunta que escucho seguido en mi show de radio es “Andrés, me encanta lo que estoy aprendiendo y lo estoy poniendo en práctica, ¿pero cómo le hago para que mi esposo/a también lo haga?
Hace tiempo escribí un post Lo que gastamos las mujeres, en el que les contaba que yo soy una inquieta de lo peor. Soy absolutamente fan de la cultura “hágalo usted mismo” y para algunas cosas está bien, pero para otras… no tanto.
Bonita casa, bonito carro, plasma de 60 pulgadas pero duerme en el sofá de la sala porque la pareja no lo quiere en la recamara principal. Así puede ser su vida si confunde sus prioridades.
Si nos pidieran describir a un millonario muy seguramente empezaríamos refiriéndonos a sus lujosas viviendas, exaltando los exclusivos automóviles en los que transitan y envidiando sus días de compras en reconocidos almacenes alrededor del mundo.
La juventud es la etapa de la vida en la que la independencia y la realización personal son protagonistas. Los jóvenes pretendemos tener el mundo a nuestros pies y es a través del consumo que alcanzamos el “poder” al que aspiramos desde que éramos niños.
Esto del ahorro tiene que ver con la prioridad. Miren, si la vida de su hijo dependiera de una vacuna que cuesta $15 mil pesos y no le puede pedir prestado a su vecino o a su familiar. Si sólo tenía 30 días para juntar los $15 mil pesos, ¿usted cree que podría hacerlo? Claro que podrían.
El matrimonio es una decisión de vida que trae consigo muchas implicaciones: compartir sueños, actividades, proyectos, responsabilidades y por si fuera poco compartir el dinero.
Algunas personas me dicen “Andrés, tu hablas de las inversiones de los seguros, pero yo estoy batallando para pagar la luz, estoy estancado.” Es sabio conocer lo que se toma para crecer económicamente pero también es muy sabio reconocer los hoyos que conducen al estancamiento.