Todos nos hemos cruzado alguna vez con una persona impaciente, es más, muchas veces los tenemos entre nuestra familia y amigos, o quizás somos nosotros los que nos morimos cada vez que tenemos que esperar un poco.
Normalmente, como todos los defectos, este rasgo no tiene por qué perjudicarnos si sabemos controlarlo; sin embargo, en el caso de nuestras finanzas personales, la falta de paciencia puede traer pérdidas a nuestro bolsillo.
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Ese es el caso de los microcréditos o préstamos inmediatos, los cuales se caracterizan por ser otorgados sin importar el estado en que te encuentras en el Buró de Crédito y además, en menos tiempo que los préstamos tradicionales. Es por eso que justamente las personas que necesitan con urgencia un monto de dinero, recurren a ellos.
Sin embargo, si la urgencia es tal que no podemos esperar unas horas más, podríamos terminar perdiendo una cantidad considerable de pesos. Esto porque las microfinancieras tienen diferentes plazos y lo más común es que mientras menor sea el plazo que tiene que esperar, mayor son los intereses.
Es decir, si espera ocho horas, los intereses serán moderados; si espera solo cuatro, ya van aumentando; por último, si espera solo 10 minutos, pues ya sabemos que no le va a convenir para nada.
La recomendación es que compare bien todas las opciones, aun tratándose de préstamos inmediatos hay mucha oferta, y algunos incluso le ofrecen beneficios de los que querrá estar enterado.